Las fincas de la bodega Mar de Envero se extienden por la zona más occidental de la subzona de la Ribeira do Ulla, principalmente en el lado norte del río y con una orientación sur o sureste. Aunque la uva más cultivada es la albariño, también hemos incorporado otras variedades, ya que nuestro técnico, Manyo Moreira, mantiene una visión que va más allá de las variedades blancas.

Las fincas presentan principalmente suelos poco profundos, con presencia de xabre —un término gallego que designa la arena gruesa de granito descompuesta por el paso del tiempo—, alturas comprendidas entre los 140 y los 175 metros sobre el nivel del mar, pH bajo y poco poder de retención de agua.

Martingos es nuestra finca más emblemática, ya que ha sido la primera y en la que tomamos la decisión de construir la bodega. Una de sus características más marcadas es la presencia de roca gneis, un mineral de origen metamórfico mucho menos común en esta zona que el granito, de origen magmático.

Nuestras tierras se mantienen en régimen de no laboreo y desarrollo de cubierta vegetal natural. No utilizamos herbicidas y tratamos de reducir los tratamientos en las viñas, con el objetivo de fomentar el desarrollo de la biodiversidad y, así, legar una herencia más respetuosa a quienes nos sucedan.